Lo primero que visitamos, como era justo y necesario, fue el nuevo parque de Harry Potter con el viaje al Banco Gringots.
Después fuimos a Olivanders, donde Fran por fin, después de esperar dos años, pudo obtener su varita de Harry Potter y de ahí al Expreso de Howarts que nos llevó al otro parque de HP. Los chicos, más que felices.
Previo tomarse una cerveza de manteca (imposible lograr que Fran la probara, porque nunca lo convencimos que no contenía alcohol) fuimos a Howartz, a la montaña rusa de Hipogrifo y de ahí a conocer el resto del parque.
Macarena se sacó fotos con todos los personajes que se cruzó...
Fuimos a Jurassic Park y después los chicos se quedaron en una montaña rusa colgante y nosotros dos aprovechamos y nos fuimos a dar dos vueltas seguidas a la montaña rusa de Hulk, ¡uiiiiiiii!.
Antes de irnos, pasamos por la fuente de soda, desde aquella primera vez que fuimos en nuestra Lune de Miel, es una parada obligada.
Fran y Maca fueron a ver a la atracción de Shrek y ya salimos para el mall de Orlando, o como se llame. Insufrible paseo de compras donde por razones que preferimos olvidar terminamos todos peleados y con la mitad de las cosas por comprar. Nos fuimos a dormir tarde, enojados y sin cenar.
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